El Cardenal Wilton Gregory responde al fallo sobre el caso Dobbs
WASHINGTON, D.C. – Ahora es el momento de sanar las divisiones que han disminuido nuestra nación, dijo el cardenal Wilton Gregory, arzobispo de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington, al responder a la opinión de hoy de la Corte Suprema en el caso de Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization y emitir la siguiente declaración.
“Hace casi 50 años cuando al caso Roe v. Wade se resolvió, nuestra nación se convirtió en una casa dividida contra sí misma al poner la libertad de elección antes que el derecho inalienable de la vida misma. Desde entonces, hemos orado incansablemente y trabajado por una restauración de los valores declarados en la Declaración de Independencia que han hecho de nuestro país una gran nación.
La vida humana es preciosa y sagrada. Con la decisión de la Corte Suprema en Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization, ahora podemos comenzar a sanar esas divisiones que tanto nos han disminuido como pueblo y como sociedad.
Nos regocijamos en este último paso en nuestro viaje, pero nuestro trabajo no ha terminado. A nivel local y nacional, todavía tenemos mucho más que hacer para promover la dignidad de la vida humana y asegurarnos de que se aborde adecuadamente toda la gama de cuestiones de la vida. Esto incluye apoyar a las mujeres embarazadas en la toma de decisiones que afirmen la vida, proporcionar una mejor disponibilidad de atención prenatal y posnatal para los niños y sus madres, abogar por el cuidado infantil asequible y las escuelas seguras, y promover políticas que apoyen a las madres en la escuela y en la fuerza laboral.
También debemos reconocer que una ética que afirme la vida también debe llamar la atención sobre una serie de otras áreas que deberían ser de gran preocupación para la humanidad. Esto incluye revocar la pena de muerte y cuidar a los encarcelados; abordar todas las formas de injusticia, incluido el racismo; el cuidado de los pobres, los enfermos, los ancianos y los vulnerables; y promover un mayor reconocimiento de nuestro llamado en todo el espectro de las relaciones humanas a ser hermanos y hermanas unos de otros”.
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