Reflexión de Adviento
Una nueva dignidad y un nuevo comienzo
por el Muy Reverendo Anthony Lickteig,
Vicario Episcopal para el Clero, Secretario de Liderazgo Ministerial
«¡Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca!» Mateo 3:2

Una nueva dignidad y un nuevo comienzo
Este segundo domingo de Adviento, la figura de Juan el Bautista aparece repentinamente con un mensaje impactante: «Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca». Estas palabras pueden resultarnos chocantes, quizás porque nos sentiríamos ofendidos si un desconocido comenzara a criticarnos de forma tan personal. No nos gusta que nos digan que hemos fallado en algún aspecto de nuestra vida. Entonces, ¿por qué tantos en el Evangelio respondieron al llamado de Juan el Bautista? Quizás porque anhelaban un nuevo comienzo.
Todos hemos experimentado fracasos personales, momentos en los que hicimos algo que no debíamos o dejamos de hacer algo que sí debíamos. Y este fracaso nos pesa mucho. Pero el llamado de Juan el Bautista al arrepentimiento significa que hay una salida a nuestros fracasos. No se trata de negarlos ni evitarlos, sino de reconocerlos. Porque nuestro Dios no es un Padre que nos critica, sino que, cuando nos acercamos a Él con humildad y sinceridad, nos ofrece un nuevo comienzo perdonándonos. Nos asegura que nuestros pecados y fracasos no tienen la última palabra y no tienen por qué definirnos.
En el himno navideño «Noche de Paz», cantamos: «Largo tiempo el mundo en pecado y error yacía, hasta que Él apareció y el alma sintió su valor. Un rayo de esperanza, el mundo cansado se regocija, ¡porque allá amanece una nueva y gloriosa mañana!». Todos anhelamos un nuevo comienzo y una salida a nuestros fracasos. A través del nacimiento de Jesús en Navidad, Dios nos concede ambas cosas: una nueva dignidad y una nueva oportunidad. En este Adviento, podemos prepararnos para recibir estos dones reconociendo con humildad cuánto los necesitamos, tanto nosotros como el mundo.
Escrito por el Muy Reverendo Anthony Lickteig
Vicario Episcopal para el Clero y Secretario de Liderazgo Ministerial de la Arquidiócesis Católica Romana de Washington
